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jueves, 28 de octubre de 2010

Luego de la geopolítica instaurada por USA, hasta la vista, baby...

¿Hacia dónde se proyecta Irán?
Por Abel Sami
 
 Hoy ya es un hecho de que el mundo avanza hacia la construcción de grandes Estados Multinacionales. Esa es la forma que adoptan en esta época los Estados nacionales, para permitir el desarrollo del comercio, de la técnica al servicio del desarrollo pacífico, como una solución para establecer un mundo en que existe más integración entre los Estados de una misma región; un mundo más proclive a la defensa de sus intereses comunes, de la integridad de los países y en defensa del medio ambiente, cuestión vital para poder seguir en armonía con la propia Naturaleza.

Un mundo, también, que deje de lado las guerras que hasta aquí han sido un medio de apropiarse de tierras de otras etnias o países, como lo ha estado haciendo Israel hasta aquí con los palestinos. La experiencia europea nos muestra hoy la unión de Estados que durante más de medio siglo fueron enemigos irreconciliables y la geopolítica de ellos era recuperar lo perdido en la anterior guerra, hoy por hoy una geopolítica finiquitada y abandonada. Si en 1945 se le hubiese ocurrido a algún analista geopolítico sugerir esa estrategia habría sido abrumado por los denuestos y catalogado de plantear soluciones ilusorias e imposibles. Por lo contrario, hoy se ve todo lo contrario: como casi imposible una guerra entre Alemania y Francia, por ejemplo. Pero en aquella época, los derrotados sólo pensaban en cómo se armarían de nuevo y cómo se desquitarían en la próxima. La geopolítica de Europa es hoy totalmente diferente a la de 1945, que fue hasta esa época una geopolítica agresiva con tendencia a la apropiación de territorios o la tendencia a la reconquista. Ya en la época de Luis XIV Francia en la voz del cardenal Richelieu planteaba la necesidad de fronteras naturales para la seguridad del Estado. Por fronteras naturales se entendía a los ríos y a los mares fundamentalmente, aunque también las montañas lo eran. De esa forma Francia conformó un territorio que limitaba al sur con los Pirineos y en parte con el Mediterráneo, al oeste con el océano, al este con los Alpes y el río Rhein (Rin). El mismo criterio de fronteras naturales aplicaron todos los países de Europa y los que no poseían ese tipo de fronteras dada su geografía de territorios más continentales se vieron involucrados en guerras que terminaron cercenando su territorio. Esas “fronteras naturales” fueron objeto de fricción constante que motivó muchas guerras.

En esa perspectiva unitaria, aunque por ahora Irán no se lo proponga como objetivo inmediato (y que no lo sabemos a ciencia cierta), es que ese país debe tener una estrategia de acercamiento con sus Estados vecinos, cuestión por lo demás necesaria desde el punto de vista del desarrollo económico y tecnológico y de la seguridad de su Estado. Ya existen muy buenas relaciones con Turquía, Siria, Líbano y Azerbaiyán, además con Omán, un Estado que ha estado bajo la influencia de Arabia Saudita. Irán y Omán firmaron un acuerdo de defensa del estrecho de Ormuz que es la puerta del Golfo Pérsico. Este es un importante acuerdo que está apuntado a cualquier intervención extraña que pretenda controlar el Golfo Pérsico, especialmente los que no pertenecen a esa región, como USA, Inglaterra e Israel. Y no está lejos, cuando los norteamericanos desaparezcan del todo, el acercamiento con Irak. Gracias a su influencia regional, Irán intervino entre las principales fracciones chiítas de Irak para que se unieran y formaran gobierno, cuestión que no pudo hacerlo USA, aunque lo intentó muchas veces sin éxito El enviado norteamericano para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke manifestó que Irán tiene un papel muy importante que jugar en un arreglo pacífico en Afganistán, ya que la guerra hoy no la puede ganar USA, al contrario se ha eternizado y con ello se ha eternizado también el excesivo gasto militar en las ya escuálidas arcas fiscales de USA.

Esas relaciones no pueden ser sólo comerciales, porque lo que necesita Irán ―y también los otros Estados― es cierto grado de seguridad para seguirse desarrollando su tecnología y desarrollo comercial, sin tener que someterse al arbitrio de las grandes potencias o a los intereses de dominación de algunos Estados de la región que cuestionan de hecho la soberanía de ellos, aunque lo hagan desde posiciones aparentemente de respeto a esos principios universales y, por ende, no conducen a la construcción de este tipo de Estados del cual es hoy su mejor exponente la Unión Europea.

La existencia de un Estado libre y soberano pasa hoy por este tipo de unión. Los Estados pequeños no son verdaderamente libres y respetados por las grandes potencias y la historia del mundo lo muestra en todas las épocas. Y en esa zona Israel, aunque pequeño en tamaño, posee un potencial militar con armas sofisticadas y nucleares que es una amenaza a todos los países vecinos y a los que están un poco más lejos. Y entre los Estados continuamente amenazados por Israel está Líbano, cuyas fronteras han sido y siguen siendo atropelladas por las fuerzas israelíes. Esa es ya una forma de tradición de Israel desde que ese pueblo nómada se apoderase de las tierras y ciudades de los cananeos hace dos mil años, pueblo, el cananeo, que estaba emparentado cultural y étnicamente con los fenicios, los antiguos libaneses.

Y la relación de Irán con el Líbano es muy especial. Recordemos que este país comparte la frontera sur con Israel. Cabe preguntarse y ¿hacia dónde podía dirigirse Líbano para conseguir ayuda contra la intromisión y la amenaza de Israel? Y no sólo amenazas, no se puede olvidar que Líbano ha sido atacado e invadido en varias oportunidades bajo diferentes razones: que los palestinos, que los chiítas, etc. Además su espacio aéreo siempre ha sido violado por Israel aprovechándose que Líbano no posee suficientes armas antiaéreas capaces de derribar los aviones israelíes.

El único país que posee medios económicos y militares de envergadura es Irán y su gobierno, con una visión regionalista e integracionista ha ayudado a Líbano a resolver los problemas derivados de su economía y por otro lado se ha manifestado estado dispuesto a ayudar a Líbano a defenderse militarmente. Terminada la guerra última, la ayuda a Líbano fue muy importante y el pueblo libanés lo reconoce agradecido. Además, la práctica solidaria de Irán con los poblados destruidos por la aviación israelí durante la esa guerra, ha permitido la reconstrucción de ellos y el regreso a la normalidad. Más de algún pensador han manifestado que el Líbano es un pulmón que respira a través de Irán. Algo muy interesante por cierto. Y lo recalca el escritor Robert Fisk recientemente en un artículo en el periódico “The Independent”.

El desarrollo tecnológico de Irán no tiene nada que ver con la miopía de Bush como lo sostienen algunos articulistas. La guerra con Irak, iniciada por Sadam Jussein, dejó en evidencia que Irán no podía continuar como hasta ese momento: prácticamente indefenso. Y los que tradicionalmente vendían armas a Irán eran aquellos que lo hacían buscando sus propios beneficios y bajo la perspectiva del dominio geopolítico de la región. Era necesario, entonces, desarrollar el país aprovechando sus recursos energéti-cos como capital, y bajo esa idea el Estado iraní aprovechó los recursos para transformar a Irán en un país moderno y de mayor cultura. Las universidades de Irán no tienen nada que envidiar a las universidades europeas.

Poco a poco se está configurando una unidad vecinal que tarde o temprano ha de constituir la base sobre la que se edifique un Estado Multinacional, cuestión que se esperaba de la Liga Árabe y que por muchas razones no pudo ni puede ser el factor aglutinante de esta región. Ya en el pasado, el que fuese presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser con una visión futurista intentó este camino empezando por unir a Egipto con Siria en 1958 bajo el nombre de República Árabe Unida. A esta unión se estaba acercando Libia ya bajo la dirección del actual dirigente Muammar al-Gaddafi, idea que no llegó a realizarse por la derrota de Egipto, Siria y Jordania en la guerra de los seis días en 1967. A la muerte de Nasser, su sucesor, Anwar el-Sadat, fuertemente influido por USA dejó de lado este proyecto y se deshizo la unión que había con Siria.

La visita del presidente Mahmud Ahmadineyad a Líbano recientemente ocurrida, no se ha hecho para amenazar a Israel ni mucho menos a USA. Desde luego que esos Estados se sienten frustrados por la calurosa acogida que ha tenido en Líbano la visita del presidente iraní. Ahmadineyad fue aclamado por el numeroso público asistente al paso de su comitiva por Beiruth. Y allí no sólo había gente relacionada con Hizbollá o Amal. Las agencias norteamericanas intentan manipular la noticia diciendo que la gente de esas organizaciones tiene más lealtad a Irán que a Líbano, algo absolutamente falso. Lo que es realmente cierto, es que Irán ha aumentado su influencia en Líbano y que en Hizbollá es un aliado poderoso que en caso de guerra actuará del lado de Irán.

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