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domingo, 24 de octubre de 2010

Le queda cuerda para rato, pero... para los agoreros...

El Mundo sin Fidel

 

Sin Fidel, no habría más “Reflexiones de Fidel” y la conciencia moral revolucionaria mundial sería impactada por un estremecimiento enérgico, vivificador, en busca de luz, así como quien busca oxígeno para respirar.
A veces, las reflexiones de Fidel, son demasiados densas para ser digeridas fácilmente por todos nosotros, en una sola lectura; pero, eso no es un obstáculo para comprender sino un exhorto para vernos el maruto.
Desde mi modo de ver, algo de la grandeza de Fidel reside en el hecho de que él no le entrega el testigo a otro hombre, y ni siquiera al presidente de su propio país -Cuba- su hermano Raúl Castro, sino que Fidel le entrega el testigo al pueblo de Cuba, a la Cuba insigne, pero más que a Cuba, Fidel le entrega el testigo a los demás pueblos del mundo.
A conciencia, un pueblo que tenga en sus manos el testigo de Fidel, ha de saber que el imperialismo tratará de convertir su sacrificado legado en brasas.
Estimo que el primer día del mudo sin Fidel, sería un día con Fidel, sin el mundo. Fidel es un Taco bien bueno en matemática. Él esgrime la estadística y otras alternativas de la ciencia matemática, tan jodidas, y las pone al alcance del pueblo.
Cada generación es, sucesivamente, distinta y conlleva ideas nuevas que deben ser incorporadas al desarrollo de las luchas sociales y políticas. Pienso que las nuevas ideas del mundo moderno tienen en las reflexiones de Fidel un parámetro del carajo para confrontarse.

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